Los mitos de los productos lácteos
- El hombre es la única especie humana que sigue bebiendo leche.
Es falso que la leche sólo sea necesaria tomarla durante la infancia, puesto que por sus múltiples beneficios se recomienda su consumo a lo largo de nuestra vida. La raza humana es la única especie que tiene un control sobre su cadena alimentaria y por lo tanto, puede escoger qué alimentos aportan más beneficios y seguir consumiéndolos para mantener un estado de salud óptimo. La leche de vaca es uno de ellos, por su alto aporte en calcio, vitaminas y proteínas de alta biodisponibilidad, entre otros.
- ¿La leche produce mucosidad?
No está demostrado científicamente. Un estudio publicado al 2005 demuestra que la leche no induce los síntomas de asma o mucosidad a los bronquios.
- El consumo de leche puede provocar algunos tipos de cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
No hay ningún estudio científico que demuestre este hecho. Ahora bien, al mercado existen muchos productos derivados de la leche (postres lácteos tipos natillas, helados, flanes, etc.) que tienen un contenido de azúcar elevado y sus propiedades nutricionales se alejan mucho a las de cualquier producto lácteo.
- La leche perjudica la osteoporosis.
La leche no descalcifica. Los lácteos son la fuente principal de calcio, por lo tanto su consumo juega un papel fundamental para cubrir las necesidades de calcio diarias y esto ayudará al mantenimiento de la salud ósea.
- La leche tiene un contenido de calcio inferior al de las leches vegetales.
Tanto la leche de vaca como las diferentes leches vegetales que podemos encontrar hoy en día al mercado (soja, almendra, avena, arroz) contienen calcio. Ahora bien, su biodisponibilidad (cantidad que nuestro organismo absorbe) es diferente. La leche de vaca es una fuente natural de calcio, mientras que las demás leches vegetales han sido fortificadas con calcio, por lo tanto su biodisponibilidad será menor.
Maria Pascual
Dietista-Nutricionista