¿Qué es el Core?
Es decir, el core está formado por toda la musculatura de la zona media del cuerpo, por lo que incluye:
- oblicuos
- recto abdominal
- suelo pélvico
- el diafragma
- el multifidus
- músculo transverso abdominal
Entre otras funciones, protege los órganos. “Una buena musculatura del core actúa de escudo y esqueleto de los órganos internos; algo fundamental para esta zona desprotegida por la ausencia de estructura ósea”.
Cuando los músculos que componen el core trabajan de forma correcta, el resultado que se obtiene, es un mayor control del movimiento, un mayor control de los impactos, seguridad, prevención de lesiones…
Para cualquier deportista, el fortalecimiento de los músculos del core, debería estar incluida en su rutina de entrenamiento.
Con respecto a la práctica de ejercicio físico, trabajar el core se hace fundamental por varios motivos:
- Es el centro de gravedad del cuerpo, hace de enlace entre el tren inferior y el tren superior y, por tanto, resulta clave para desarrollar el equilibrio, la estabilidad y la coordinación.
- Mejora la respiración porque, cuando ejercitamos este gran complejo lumbo-pélvico-cadera, conseguimos expulsar todo el aire de nuestros pulmones, evitando que quede en ellos aire pobre y dejando espacio para mayor cantidad de aire limpio.
- Reduce el riesgo de lesiones y equilibra tu postura. Como decíamos es el centro de gravedad donde se inician todos nuestros movimientos. Un core estable nos permite mantener las posturas, disminuyendo el riesgo de lesiones al proporcionar mayor fuerza a nuestras extremidades.
- Quema la grasa de la zona media sin tener que recurrir a los clásicos abdominales de gimnasio, con variaciones donde los estabilizadores de la columna trabajan de forma más intensa. Podemos utilizar accesorios deportivos como el fitball, elbosu (que, precisamente, trabaja la estabilidad) y también algunas posturas de Yoga y Pilates pueden ayudarte.
Òpal Robles, entrenadora personal en Body Viu